El interés científico por la organización escolar se manifiesta en el estudio del campo de los factores que la conforman. En este sentido se ha de considerar la complejidad de la escuela, que en su complejidad precisa ordenación. «Organizar vale tanto como disponer ordenadamente las partes de un todo. Organizar, por otra parte, es una actividad que se realiza con algo complejo; las cosas simples no son susceptibles de organizar» (V. García Hoz, Pedagogía sistemática, Madrid 1963,. Desde ese punto de vista «Si el conocimiento que nosotros tenemos de la escuela y de sus elementos, en cuanto tales, es científico, es decir, sistemático y demostrado, podemos hablar de una ciencia de la organización escolar» (V. García Hoz, o. c.).
El carácter científico de la organización escolar, se desprende del estudio de los elementos de la escuela y de las relaciones y ordenación de los mismos. Elementos que, relacionados entre sí y precisamente por su relación, encontrarán el sentido científico que requerimos. De esta manera, «cuando mencionamos los elementos de la escuela, en tanto que partes de ella, mentamos claramente relaciones más que cosas, de donde podemos inferir que el contenido de la organización escolar se halla, sin más, en el género de los contenidos científicos” (V García Hoz, Oc.)
Para que la organización escolar pretenda ser una ciencia, no puede quedarse en la enumeración de cada una de las actividades que se hacen en la escuela, sino que, como se ha mencionado, ha de auscultar en el sentido de las relaciones de los elementos de ella entre sí y de todos con la escuela misma. Si, por ej., tratamos el tema de la promoción escolar, ha de estudiarse relacionado con el alumno en primer lugar, y luego, con otros temas como son el de los niveles de enseñanza, los cuestionarios y programas, la graduación escolar, el rendimiento de los alumnos en su actividad escolar, entre otros, es decir con casi todos los demás aspectos de la escuela.
Martín-Moreno Cerrillo considera la organización como Ciencia aplicada, como arte y como práctica reflexiva. Considera que es aplicada porque se dirige a problemas prácticos, aunque reconoce su incapacidad para relacionar los conocimientos teóricos y de la investigación con los de la experiencia; es arte porque se refiere a la idiosincrasia esencial que atañe al modo en que cada organizador practica su profesión, y es práctica reflexiva como forma nueva de conocimiento utilizable.
Por su parte, Manuel Lorenzo en su obra Organización Escolar. Presenta la escuela como ecosistema, un concepto de Organización Escolar que tiene por objeto “la reflexión científica de ese ecosistema complejo al que llamamos escuela porque el concepto mismo de ecosistema lleva inherente el de organización.
En definitiva, para entender la complejidad de la Organización Escolar, se ha de develar los símbolos y las sombras de ella, a través de miradas integradoras desde su propia especificidad, teniendo la claridad, desde que óptica queremos verla y estudiarla. Pero se ha de tener presente que al estudiar las organizaciones educativas “Sería muy presuntuoso afirmar que las conclusiones son acerca de la organización tal cual es”. (Sarasola.
Dada la complejidad de las escuelas, estoy de acuerdo con Sarasola cuando plantea que “cuando se estudian las organizaciones escolares solo se llega a un conocimiento de símbolos y sombras de la organización y no de lo que realmente es como organización”. Es necesario ir mas allá de lo que la investigación educativa nos pueda aportar. “Hemos de reconocer que las fronteras epistemológicas y explicativas de la organización escolar permanecen borrosas y cambiantes”(Santos Guerra, 1997).Mas allá del interés científico por la organización escolar, que nos permitan un real conocimiento de ella misma y sus significantes.
El carácter científico de la organización escolar, se desprende del estudio de los elementos de la escuela y de las relaciones y ordenación de los mismos. Elementos que, relacionados entre sí y precisamente por su relación, encontrarán el sentido científico que requerimos. De esta manera, «cuando mencionamos los elementos de la escuela, en tanto que partes de ella, mentamos claramente relaciones más que cosas, de donde podemos inferir que el contenido de la organización escolar se halla, sin más, en el género de los contenidos científicos” (V García Hoz, Oc.)
Para que la organización escolar pretenda ser una ciencia, no puede quedarse en la enumeración de cada una de las actividades que se hacen en la escuela, sino que, como se ha mencionado, ha de auscultar en el sentido de las relaciones de los elementos de ella entre sí y de todos con la escuela misma. Si, por ej., tratamos el tema de la promoción escolar, ha de estudiarse relacionado con el alumno en primer lugar, y luego, con otros temas como son el de los niveles de enseñanza, los cuestionarios y programas, la graduación escolar, el rendimiento de los alumnos en su actividad escolar, entre otros, es decir con casi todos los demás aspectos de la escuela.
Martín-Moreno Cerrillo considera la organización como Ciencia aplicada, como arte y como práctica reflexiva. Considera que es aplicada porque se dirige a problemas prácticos, aunque reconoce su incapacidad para relacionar los conocimientos teóricos y de la investigación con los de la experiencia; es arte porque se refiere a la idiosincrasia esencial que atañe al modo en que cada organizador practica su profesión, y es práctica reflexiva como forma nueva de conocimiento utilizable.
Por su parte, Manuel Lorenzo en su obra Organización Escolar. Presenta la escuela como ecosistema, un concepto de Organización Escolar que tiene por objeto “la reflexión científica de ese ecosistema complejo al que llamamos escuela porque el concepto mismo de ecosistema lleva inherente el de organización.
En definitiva, para entender la complejidad de la Organización Escolar, se ha de develar los símbolos y las sombras de ella, a través de miradas integradoras desde su propia especificidad, teniendo la claridad, desde que óptica queremos verla y estudiarla. Pero se ha de tener presente que al estudiar las organizaciones educativas “Sería muy presuntuoso afirmar que las conclusiones son acerca de la organización tal cual es”. (Sarasola.
Dada la complejidad de las escuelas, estoy de acuerdo con Sarasola cuando plantea que “cuando se estudian las organizaciones escolares solo se llega a un conocimiento de símbolos y sombras de la organización y no de lo que realmente es como organización”. Es necesario ir mas allá de lo que la investigación educativa nos pueda aportar. “Hemos de reconocer que las fronteras epistemológicas y explicativas de la organización escolar permanecen borrosas y cambiantes”(Santos Guerra, 1997).Mas allá del interés científico por la organización escolar, que nos permitan un real conocimiento de ella misma y sus significantes.