sábado, 30 de junio de 2007

Un sueño de Otoño

- La calefacción inunda de relajo mi cuerpo sobre las sábanas, y mis piernas se estiran a lo largo y ancho de la cama. Mas, mis ojos se encuentran abiertos pero mi mente colmada de una somnolienta realidad.-

Albuquerque se alzaba como siempre, con su tranquila majestuosidad al amparo del desarrollo. El alba se mostraba soleada por entre las persianas, haciendo de la vista una belleza entrecortada. Entonces, mis ojos se liberan del reparador sueño y se abren para recibir el nuevo día.

Albuquerque, es la mayor ciudad del Estado de Nuevo México (EEUU), con 600.000 habitantes aproximadamente. Se le reconoce como un centromercantil industrial y de transporte. Sus principales manufacturas son equipos eléctricos, alimentos preparados, equipos espaciales, textiles, ropa, tejidos estampados y productos forestales. La ciudad es también un centro de investigación nuclear, militar y electrónica. La cercana base de la Fuerza Aérea de KIRTLAND(sede del museo Atómico Nacional), tiene un importante papel en la vida económica de sus habitantes.

La belleza otoñal adornaba las preciosas viviendas. Y las hojas con sus colores degradados, se esparcían por cada rincón semi - soleado de la Ciudad. Todo ya me era familiar. Sus calles, su mundanal ruido, su geografía desértica. No en vano, me encontraba desde hace un mes junto a otros 25 profesores, haciendo uso de una pasantía en la Universidad de Nuevo México. Esa mañana ameneció mas temprano que de costumbre, pues el anhelo de zambullirse en la aventura comunicacional, hacía de nosotros entes hambrientos de distancias enajenadas. Como siempre, los estudiantes regulares esperaban el transporte y nosotros junto a ellos. Una suave brisa besa los blancos y rozados rostros de aquellos jóvenes, al mismo tiempo que sus cabellos se mecen al compás de su respiración. En silencio evitan la mirada y se cobijan en sus pensamientos. Admiro la delicada belleza de sus cuerpos que contrasta con nuestra extraña presencia. De pronto, alineados cual rito obligado, esas voces silentes se encaminan a abordar el camión (micro) que nos llevará a la Universidad. El uniforme y disciplinado desplazamiento, sucumbe ante nuestro desordenado bullicio.

- Mi mirada se pega al techo y veo como un pequeño círculo es reflejado por la lámpara. Mis párpados lentamente se mueven hasta alcanzar el negro de la noche, pero entreabiertos observan las sombras retratadas.-

En la actualidad se habla y se trabaja con macrocomputadores, microcomputadores, estaciones de trabajo, computadores portátiles, computadores manuales, computadores incorporados y, por supuesto, computadores personales.

El laboratorio de computación al cual presuroso acudo, me espera con sus máquinas encendidas y con las ansias de comunicarme vía Internet, me sumerjo en ese mar de senderos. Esta vez mis manos fueron mucho más veloces. Mis dedos semi-entrenados golpearon furiosa y delicadamente las teclas, las que con sus clics armonizaban la estancia. Un concierto de sonidos hilvanó los sentimientos que afloraban desde lo mas profundo de mi ser, para quedarse diseñados en el monitor y viajar a través de las distancias. El computador se humaniza y me cuenta, a través de los email, cuanto ocurre en mi tierra. Las yemas de mis dedos se deslizan con suavidad. Y siento a esta máquina cómplice y compañera de mis desvaríos. Al frente una rubia cabellera se mece al compás de la melodía que emiten los incesantes tecleos, al tiempo que unos ojos azules siguen cada palabra, cada imagen. Ellos contrastan con mis briosos ojos café humedecidos por la nostalgia. Una leve mueca que simula una sonrisa se dirige hacia mí, la cual no logro percibir confundido en mis pensamientos.

En los próximos años, es casi seguro que los computadores asuman nuevas formas y funciones gracias a los avances en inteligencia artificial, reconocimiento de voz, realidad virtual, multimedia, interactivos, hipermedia, comunicación inalámbrica, redes y combinaciones con las tecnologías de telefonía y de entretenimiento casero. Los computadores constituyen una parte importante de la vida moderna, que apenas nos percatamos de su existencia.. Pero están en todas partes.

- La sombra en el techo se hace más grande y más borrosa. Una canción tradicional chilena acompaña mis reflexiones.

La noche hace rato se vino bruscamente cubriendo de un manto negro el paisaje. Afuera el viento ulula trayendo los gemidos quejumbrosos de los árboles.

Las sábanas llenas de pliegues cubren mis velludas piernas, las que lentamente sienten el desapego a la acción. Mi cuerpo se deja estar y las sombras son imágenes que se adueñan de mi soledad. -

Mi pecho se alborota frente a la pantalla del monitor, y un mensaje de mi compañera desde lejos se me aparece. Siento mis morenas mejillas humedecidas por una pequeña lágrima que se me escapa, la cual disimuladamente borro con mi pañuelo. De pronto una imagen borrosa inunda el monitor. Las teclas no obedecen y el Mouse se ha revelado. Murmullos y voces contrariadas alborotan el lugar, uniéndose a mi decepción. El sistema se ha caído. Ya nada justifica mi presencia y abandono la sala con un concierto de voces que se atropellan al hablar. Al parecer, todos se interesan mas en hablar entre sí dado que no funcionan los instrumentos usuales de comunicación masiva.

Miro el reloj digital que siempre nos acompañaba pegado al muro, y al parecer el tiempo no ha pasado por él. Entonces deprisa, concurro a la clase y me uno a la conversación circundante.

Los computadores nos acompañan desde apenas medio siglo, pero sus raíces van mucho mas allá, pues es producto de siglos de esfuerzo intelectual. Surgieron por la necesidad de cuantificar. Las herramientas del conteo evolucionaron a la par de las culturas. El sistema numérico arábico, el ábaco y el concepto de cero son tres de los primeros ejemplos. Estas ideas se difundieron y tuvieron un impacto inmediato en la sociedad.

Los niños actuales fieles representantes de la generación digital, se instalan frente al computador y navegan por Internet, realizan tareas y se contactan con niños de todo el mundo.

Susan Herring, profesora de lingüística de la Universidad de Texas, plantea que: "Los computadores y el acceso a Internet están marcando a los niños de hoy. Estos pequeños son más curiosos, más asertivos, mas seguro de si mismo y son capaces de pensar de un modo mas crítico".

Quiero profundizar sobre el tema, platico con mi compañero de departamento y muy motivados decidimos solicitar un libro en la biblioteca. Lo que suponíamos una tarea fácil se transforma en una odisea. El catálogo de textos está computarizado y el computador, no funciona. No nos quedó otra alternativa que sumergirnos entre olas de libros interminables.

" Los medios digitales están cambiando la naturaleza humana", plantea Don Tapscott, autor de "Growing up digital". Asegura, además que el ambiente en el que crecen los niños de hoy es mucho más interactivo, verbal y abierto, totalmente distinto al que experimentaron generaciones anteriores. El protagonismo de la generación2000 se hará mucho mas frecuente ya que tendrá las herramientas de comunicación en sus manos. De este modo, se espera que los adultos del próximo siglo sean más expresivos y cuestionadores de la autoridad o rango que se basa en la edad y en los méritos.

Mi compañero recuerda que debe comunicarse con su familia en Chile. Nos desempolvamos de letras y tratados y acudimos al teléfono público más cercano. ¡Qué tragedia! El teléfono no funciona, está muerto. La red computacional de la central telefónica se ha caído.

Las calles que siempre a estas horas estaban pletóricas de carros del año, están semi- desiertas. Los únicos vehículos que se mueven, tienen mas o menos quince años de antigüedad. La gente conversa con nerviosismo sobre la avería en el dispositivo de programación, de los autos controlados por computación.

A estas alturas nuestras vísceras se retuercen y nos solicitan atención. Decidimos entrar a un restaurante de comida rápida y encontramos largas filas de gente esperando, mientras los cajeros hacen las transacciones a mano. No nos queda mas remedio que esperar y unirnos a los comentarios obligados. Pensamos que más tarde estaremos comunicándonos vía Internet con nuestras familias. Él hacia el Norte y yo al Centro de nuestro bello país.

- Mis ojos lentamente se despiden de la visión que se hace más lejana. Mi cuerpo pesado, se acomoda y la luz es un destello casi enajenado.-

La comunicación vía Internet tan normal y natural en esta parte del Mundo, cada día tiene más adeptos. La investigadora Susan Herring ha llegado a conclusiones reveladoras, luego de un estudio realizado sobre los espacios de conversación Online. Después de un año analizando charlas de Internet Relay Chat, concluye que la red permite y acostumbra a los mas jóvenes a un nuevo tipo de comunicación. "Son conversaciones multiparticipativas y publicas, las que jamás podrían realizarse cara a cara".

Tan fuerte es el poder de este tipo de interacción que se le prefiere en desmedro del teléfono. Kerry Boling, afirma que: "Si antes se encerraban en el armario para hablar con sus amigos, hoy basta que se conecten y digiten un par de letras. Y cuando no quieren hablar, simplemente no contestan sus mensajes."

Luego de calmar, en parte, el hambre que tan ajetreado día acentuó, debemos regresar a clases. No sin antes pasar por el cajero automático, pues al día siguiente viajaremos al Gran Cañón y debemos contar con algunos dólares, ya que nuestras carteras están casi vacías. ¡Qué día!. El cajero no funciona. En el banco están tratando de solucionar el problema puesto que el sistema computacional se ha caído.

El cielo azul con toda su majestuosidad, nos brindaba un espectáculo a diario. Las blancas nubes y los aviones que circundaban el espacio. Pero hoy, los aviones brillan por su ausencia ya que las instalaciones de control de tráfico están fuera de servicio.

La tarde invade nuestros cansados cuerpos los cuales cargan las esperas y largas caminatas. Unos cuantas bicicletas son guiadas por diestros transeúntes, quienes con sus cascos nos enceguecen ante el reflejo del sol.

Ya en clases, la falta de aire acondicionado incita a todos los presentes a la meditación obligada. Y entonces asoman las interrogantes ante una debacle mundial de los computadores. ¿Podrán funcionar las plantas de energía sin el control de los computadores?. ¿Qué pasará con las personas en los rascacielos con oficinas de alta tecnología, donde los sistemas de computación controlan todo, desde los ascensores hasta el grado de humedad?. ¿Qué será de los pacientes en los pabellones médicos computarizados?. ¿Se colapsará la infraestructura financiera si no hay computadores que procesen y comuniquen las transacciones?. ¿Será mas seguro el mundo ante la eventual falla de las armas controladas por computadores?. ¿Qué ocurrirá con los satélites donde los sistemas de control computarizado se mantienen en órbita?.

Los rostros sólo mostraban impaciencia y desasosiego. Esta vez el regreso fue distinto. El paradero que comúnmente estaba repleto de rostros jóvenes, estaba totalmente desierto. Tal soledad nos sugirió deshacer la distancia entre la Universidad y nuestro lugar de morada, con nuestros propios medios. Así, el sonido de voces chillonas y pasos presurosos inundó la ya caída tarde.

- La noche lentamente hace presa de mi cuerpo y mi mente. Ya nada podrá sacudirlo del mundo de Morfeo.-

El despertador digital del reloj de mi compañero y colega, sonó mas fuerte que nunca. Su melodía de pito se alargaba y se alargaba confundiéndose con una voz de letargo que se escuchaba a lo lejos. Apenas mis ojos entreveían las sombras que poco a poco fueron diluyéndose ante la voz profunda y enérgica de mi compañero. ¡ Ya guatón!. Es hora de levantarse. No te olvides de llevar plata para El Gran Cañón. Pero si el cajero no funcionó, replico aún semi-dormido. Parece que tuviste una pesadilla, contesta mi colega Hector. Su voz se confunde con el ruido de la ducha y el sonido que emite la calefacción al activarse.

Sin decir palabra, sentado sobre la cama, observo la frazada en el piso confundiéndose con las sábanas, que habían dejado al desnudo mi aún cansado cuerpo. Una mueca dibujó una sonrisa en mis labios y con la agilidad de quien despierta de un extraño sueño, estoy frente a la ventana observando por entre las persianas, la normalidad de Albuquerque. Esta vez lo encontré más bello que nunca.

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