Cómo se define una buena escuela? Está claro que la pregunta no admite una sola respuesta y en todo caso sí un debate que cobrará distintos significados según el contexto histórico y social en que se dé.
Hay dos modelos de “buena escuela”: aquel que postula a la escuela como un centro social, preocupado ante todo por educar en ciertos valores y organizar la conducta de los futuros ciudadanos para evitar la violencia y el conflicto en sociedades crecientemente desiguales; y aquel que plantea a la escuela como un lugar de aprendizaje, estrictamente vinculado con la instrucción cognitiva, dominado por el saber experto, la multiplicidad y riqueza de recursos didácticos y la idea de innovación permanente. (OECD/OCDE (2004)) Los dos parecen plantearse como respuestas excluyentes, en un antagonismo que opone la enseñanza al cuidado y que no contribuye a pensar otras relaciones entre la escuela y la sociedad .Sin embargo, nos parece que su análisis debe considerar el sentido y las razones de la organización escolar, a qué hacer con las tradiciones heredadas (las que recibimos, y las que queremos pasar “en herencia” a las nuevas generaciones), y a cómo plantearse los desafíos de la transmisión cultural manteniendo las preguntas sobre la justicia y la relevancia de esa transmisión.
Una buena escuela es una escuela democrática que propicia el aprendizaje.
La democracia pensada más como un movimiento, como una acción que tiende a mejorar las condiciones de participación y de igualdad de todos.
Difícilmente podremos aspirar a construir una sociedad justa, de entendimiento colectivo, de distribución equitativa, si la escuela encierra prácticas que no promueven estos modos de convivencia. Es frecuente escuchar lo que demandan algunos alumnos de las escuelas: no sea ni más fácil, ni más permisiva, ni más exigente, ni más parecida a otros ámbitos, sino más justa.
En este sentido una buena escuela es aquella escuela democrática que propicia el aprendizaje, atendiendo a tres afirmaciones que consideramos claves.
El hombre tiene que educarse.
El hombre se educa en la interacción con la totalidad de su mundo.
La escuela tiene una misión que le es propia en la educación del hombre. La escuela no es la única responsable de la educación del hombre; pero es una de las instituciones que tiene responsabilidad en su educación.
La misión de la escuela es la de ser un ámbito de interacción especialmente orientado, dispuesto, organizado, para provocar aprendizaje, para entusiasmar con la experiencia de aprender.
En tal sentido cada integrante de la comunidad educativa ha de tener metas deseables:
Los alumnos aprenden que no solo se desarrollan las capacidades intelectuales si no diversas capacidades humanas. Cada uno de los alumnos ha alcanzado los objetivos que se propuso alcanzar. Aprenden los rápidos y los lentos, los que tenían aprendizajes previos y los que no los tenían.
Los profesores aman su oficio, lo cultivan y lo valoran aun en condiciones adversas. Se ocupan de estudiar constantemente lo que enseñan.
Los padres ven en la comunidad un lugar en donde ellos no sólo pueden participar en las actividades de educación de sus hijos, si no también en actividades destinadas a su propia educación.
La comunidad apoya el cumplimiento del propósito de la escuela movilizando para este servicio los distintos organismos que la constituyen.
Los directivos Ellos tienen la enorme responsabilidad de administrar, es decir, de conducir la comunidad escolar hacia sus objetivos.
Esto significa que han de actuar por autoridad y no sólo por poder, esto es han de ser testimonio del propósito de la escuela y no solo sentirse los encargados de ponerlo en vigencia. Están llamados a o orientar el trabajo de los educadores y que, en cualquier situación escolar, su actitud y su pensamiento y su acción serán signo de la actitud, del pensamiento y de la acción de toda la escuela.
Los materiales Se han de utilizar en la medida que se necesiten de manera pertinente.
". Buena Gestión directiva, buenos docentes, presencia activa del Estado y compromiso familiar en la participación de los objetivos institucionales de la escuela son los condimentos que hacen de
la institución una buena escuela.
Sin embargo, junto a estos factores medibles se ubican otros, quizás menos palpables en términos matemáticos pero tan eficaces como los otros para conseguir buenos resultados. La buena convivencia escolar y la democracia participativa.
En estas buenas escuelas es necesaria la autoridad que éstas tengan para exigir a sus alumnos. Vale entonces sumar al debate las palabras del pedagogo español Miguel Angel Santos Guerra: "La palabra autoridad proviene del verbo latino auctor, augere, que significa hacer crecer. Tiene autoridad aquella persona que ayuda a crecer, no la que aplasta, la que hace callar, la que castiga, la que impone su pensamiento, la que obliga a repetir. Esa persona tendrá poder, pero no tiene autoridad. La escuela no es una institución coercitiva sino educativa. La escuela tiene que ayudar a que las personas que están en ella tengan un pensamiento propio y que puedan expresarlo libremente, tiene que facilitar la convivencia en el respeto y la solidaridad, tiene que conseguir que salgan de ella ciudadanos capaces de pensar y de convivir".
Creemos que el desafío de la escuela es ensayar nuevas formas de organización y administración para transformarse en una escuela realmente educadora y comprometida con el aprendizaje de todos los alumnos que concurren a ella. Esta escuela estará aportando así una educación de mejor calidad; estará contribuyendo al logro de mejores formas de vida; haciendo de esta manera viable la máxima de Dr. Lemke quien sostiene que “para vivir completamente hay que aprender a utilizar las cosas y amar a la gente y no amar las cosas y utilizar a la gente.
A continuación, presentamos una descripción del estándar y de los indicadores respectivos de un proceso de gestión, que contribuyen a la conformación de una buena escuela.
Orientación hacia los alumnos, sus familias y la comunidad:
Implica una gestión escolar orientada hacia los alumnos, sus familias, y la comunidad, que constituyen actores y usuarios del sistema escolar. Se refiere a la forma en que el establecimiento conoce las necesidades, expectativas y el nivel de satisfacción de ellos. Asimismo, comprende la forma en que el establecimiento promueve y organiza la participación de los alumnos, las familias y
la comunidad en la gestión escolar.
Comprende los siguientes ámbitos:
Conocimiento de las necesidades, expectativas y grado de satisfacción y participación de los alumnos: Considera los procedimientos mediante los cuales el establecimiento identifica y considera en sus planes y procesos, los requerimientos y expectativas presentes y futuras de los alumnos, para asegurar la relevancia y pertinencia de la oferta y los servicios educacionales proporcionados, así como la previsión de necesidades futuras de los mismos. Asimismo, incluye el análisis de la forma en que se promueve y organiza la participación de los alumnos para generar un clima escolar orientado al aprendizaje y desarrollo de todos los estudiantes.
Conocimiento de las expectativas y grado de satisfacción y participación de los padres y apoderados:
Considera cómo el establecimiento identifica el grado de satisfacción y considera en sus planes y procesos, las expectativas presentes y futuras de los padres y apoderados, para asegurar la permanencia de los estudiantes y potenciar el desempeño escolar de éstos. Asimismo, incorpora el análisis de la forma en que se promueve y organiza la participación de los padres y apoderados en la gestión escolar.
Conocimiento de las expectativas y grado de satisfacción y participación de la comunidad:
Considera cómo el establecimiento identifica y contempla en sus planes y procesos, las necesidades y expectativas de la comunidad relevante, para hacer confluir sus intereses con los del establecimiento. Incluye, asimismo, la forma en que se utiliza la información disponible sobre los niveles de satisfacción y participación de la comunidad en establecimientos similares.
Liderazgo directivo
Considera cómo las autoridades del establecimiento lo conducen y orientan hacia la obtención de resultados, la satisfacción de los beneficiarios y usuarios y la “agregación de valor” en el desempeño organizacional. La Dirección crea y fortalece relaciones armónicas y considera a la comunidad en la misión y metas institucionales. Asimismo, considera la forma en que las autoridades rinden cuentas y asumen la responsabilidad pública por los resultados de establecimiento. Este liderazgo incluye los aspectos organizacionales, comunicacionales y de responsabilizaciòn por los resultados de su gestión.
Gestión de las competencias profesionales docentes
Establece si la organización dispone de un “perfil de competencias docentes”, identificando y considerando las competencias profesionales de los profesores para diseñar e implementar sistemas y mecanismos de apoyo para el desarrollo de las mismas.
Este implica las siguientes dimensiones:
a.- Liderazgo pedagógico, centrado en la formación y valores que se entregan a sus alumnos, en la motivación a los aprendizajes de buena calidad y en el desarrollo de su potencial, favoreciendo la manifestación de aptitudes y el desarrollo de capacidades y destrezas que necesitarán para generar futuros conocimientos.
b.- Dominio de contenidos pedagógicos y recursos didácticos.
c.- Capacidad para integrar equipos de trabajos, compartiendo experiencias de aula y la misma visión y misión educativa ante toda la comunidad escolar..
Planificación
Comprende la definición y encauce de la filosofía del establecimiento y las prioridades institucionales hacia la satisfacción de las necesidades de los beneficiarios y el fortalecimiento del desempeño organizacional y particularmente aquello que se quiere lograr a largo plazo
Diseño del PEI: Comprende el análisis de los criterios y procedimientos de formulación e implementación del Proyecto Educativo Institucional.
Procedimiento en el diseño e implementación del Plan Anual: Por la importancia que éste tiene como elemento articulador y organizador de la dinámica institucional en cada período escolar.
Seguimiento y monitoreo: De los procesos de planificación y programación para examinar el impacto y efectividad del diseño e implementación del PEI y del Plan Anual en los procesos y los resultados de la organización, potenciando los sistemas y procedimientos de control, análisis y evaluación del desempeño organizacional.
Gestión de procesos:
Considera cómo la organización escolar desarrolla sistemática e intencionadamente procesos institucionales que, en sus diversas dimensiones, se implementan para alcanzar los fines y los resultados de calidad que la misma busca alcanzar. Exige la implementación de la gestión curricular y pedagógica, el desarrollo de los procesos regulares del establecimiento y el soporte administrativo de la gestión de la enseñanza. Incluye, además, la forma en que se evidencia la preocupación por el mejoramiento continuo y la promoción de la búsqueda de soluciones innovadoras a los problemas de gestión. La gestión de Procesos comprende los siguientes ámbitos:
Gestión Curricular – Pedagógica:
Comprende cómo el establecimiento decide y organiza las acciones y recursos de gestión, para asegurar la adecuación, implementación y mejoramiento constante de la oferta curricular. La gestión pedagógica contempla la implementación de sistemas y mecanismos que posibiliten la programación, control y evaluación de la aplicación del currículo, asegurando la apropiación y mejoramiento constante de seguimiento y evaluación de los procesos de enseñanza-aprendizaje. En dicho contexto, incluye específicamente:
a.- El diseño de la oferta curricular.
b.- La implementación de La oferta curricular y pedagógica, congruente con el proyecto Educativo Institucional
c.- El apoyo a la gestión de los procesos de enseñanza.
d.- El apoyo a la gestión de los procesos de aprendizaje de los alumnos.
Gestión administrativa:
Considera cómo el establecimiento organiza y dirige los procesos regulares y periódicos del mismo, implementando las decisiones, acciones y recursos orientados al desarrollo de la acción educativa diaria. Se refiere a la utilización funcional de diversos tipos de recursos y apoyos disponibles para desarrollar los procesos pedagógicos–curriculares; asimismo, aborda el ámbito de la gestión de los recursos , administrativos, materiales y el uso del tiempo, incluyendo también aquellos relacionados con las personas y que influyen en la eficiencia y eficacia de los procesos pedagógico curriculares..
Gestión financiera:
Incluye los sistemas mediante los que el establecimiento define los mecanismos institucionales de elaboración y manejo presupuestario, procedimientos para gestionar nuevas formas de financiamiento de proyectos que mejoren la calidad de los aprendizajes.
Resultados
Comprende el análisis de los logros de aprendizaje de los alumnos, medidos en términos cualitativos, cuantitativos, absolutos y relativos; la efectividad organizacional expresada en términos de satisfacción de los beneficiarios y usuarios; los resultados financieros y el logro de las metas anuales. Incluye también la forma en que se utilizan los resultados para la toma de decisiones respecto de los procesos del establecimiento
Resultados de aprendizaje de los alumnos:
Considera los sistemas que el establecimiento utiliza para efectuar el análisis de la situación actual y los progresos alcanzados en el mejoramiento de los logros de aprendizaje de los alumnos, incluyendo también la forma en que se utilizan los resultados para mejorar la gestión de los procesos de enseñanza y aprendizaje
Efectividad organizacional:
Comprende los sistemas existentes para analizar los resultados obtenidos en términos de contribución a la satisfacción de estudiantes actuales y egresados, sus familias, los profesores y el sostenedor. Considera los progresos en términos de eficiencia y eficacia organizacional. Considera específicamente:
a La satisfacción de alumnos actuales y egresados, familias, profesores y sostenedor.
b Los resultados financieros.