lunes, 3 de marzo de 2008

¿Què significa la “excelencia educativa?


¿Qué significa la “excelencia educativa?

Cabe destacar que no puede existir una única y universal definición de excelencia educativa, aplicable a todos los ámbitos, además como afirma Perrenaud:

La excelencia escolar, una realidad fabricada… Se olvida muy a menudo que éstas últimas tienen una doble vertiente. Son desigualdades reales en lo que respecta al saber y al saber hacer que se valoran en la escuela, pero no tendrían la misma importan­cia simbólica ni las mismas consecuencias prácticas si la evaluación escolar no las tradujera en jerarquías explícitas. La razón por la cual estas jerarquías; muestran u ocultan, amplían o reducen las desigualdades reales depende, en gran medida, de los procedimientos de fabricación empleados, de la estructura del currículum, de la esencia del trabajo escolar, de las modalidades de excelencia, algunos alumnos, animados a menudo por su ambiente familiar. (Perrenaud 1990)

En la escuela se aprende fundamentalmente a desempeñar un papel, un “oficio de alumno”, que en los aspectos congnitivos supone el aprendizaje en los primeros años de la lectura y la escritura, así como el dominio de las operaciones aritméticas y últimamente se ha insistido en la necesidad de “aprender a aprender”, a los que hay que agregar otros objetivos como el de orden, respeto a la propiedad, no violencia, etc.

Además, sobre todo para el maestro, en el trabajo de todos los días, la excelencia no se alcanza solamente con la obtención de los conocimientos fijados en el currículum, sino también es necesario comprometerse con las actividades realizadas y respetar las reglas.

Esto requiere de la familia se constituya en un ambiente que permita a sus hijos una aceitada relación con la escuela, para ello es necesario una serie de factores, tal como lo ha señalado R. Martiñá:una síntesis muchos de los llamados factores mínimos, fundantes de la resiliencia, según algunos de sus expositores.

Sostén afectivo, presencia de, al menos un adulto atento a las necesidades del niño…, que no “pesque por él, pero que le enseñe a pescar”. Alguien que le haga “sentir” la pertenencia a un mundo relativamente seguro y estable, donde las dificultades son tomadas como problemas, no como catástrofe… Alguien que esté disponible….

Aprendizaje: la importancia cognitiva y emocional de avistar un nuevo escorzo en el mundo. Un nuevo punto de vista, una nueva posibilidad….

Autonomía: la constancia transferible del poder de influencia sobre la realidad. La autovaloración favorable… y el sentimiento de ocupar un buen “lugar en el mundo”

Juego: disposición al placer, al humor, a la imaginación, a la manipulación de la realidad, a la sustitución, a las alternativas, a la creatividad (Martiñá 2003: Pág. 121)

El primer paso a trabajar debe ser una adecuada Gestión por Procesos, lo que implica una nueva percepción de la gestión de los procesos educativos, caracterizada por:

Orientación de las actividades realizadas por el centro a la satisfacción de los implicados en su gestión: alumnos; padres y familiares; profesores, personal de administración y servicios, y directivos del centro; comunidad y entorno social donde el centro presta sus servicios; empresas e instituciones; Titularidad del centro; etcétera. (A este amplio colectivo es a lo que denominaremos “clientes”, en sentido amplio).

Organización y asignación de responsabilidades entre las personas de forma transversal. La asignación de tareas de forma departamental pasa a subordinarse a la designación de responsabilidades en función de la intervención en los procesos. Es una visión más plana y sencilla del centro, no tan jerárquica y burocrática como a veces pudiera resultar según los enfoques más clásicos de organización del trabajo.

Evaluación de la gestión en base a los indicadores de rendimiento y resultados de los procesos definidos. De esta forma, el cumplimiento de las tareas y actividades encomendadas no se considera suficiente, es necesario obtener los resultados planificados en función de la finalidad perseguida con cada proceso.

Para introducir todos estos cambios de enfoque en la gestión educativa, es prioritario el compromiso y participación de los directivos, sin cuyo liderazgo resulta inadecuado, ineficaz e imposible la implementación con ciertas garantías de los Sistemas de Gestión de Calidad.

Condiciones necesarias para la gestión pedagógica centrada en el aprendizaje

Por tradición, se ha asociado el término gestión escolar con un conjunto de acciones relativas al trámite administrativo o la búsqueda de recursos para la escuela; relegando a segundo término, el objetivo central del acto educativo; nos referimos a la prioridad que debe tener el aprendizaje de los alumnos en las instituciones educativas.

Las escuelas exitosas son escuelas cuyas prácticas demuestran trabajo en equipo; sus integrantes fijan o establecen objetivos y metas comunes, demuestran disposición al trabajo colaborativo, comparten la responsabilidad por los resultados del aprendizaje, practican y viven los valores como el respeto mutuo y la solidaridad; establecen altas expectativas para sus alumnos y se insertan en procesos permanentes de capacitación.

Retomando el objetivo de la gestión educativa -centrar-focalizar-nuclear a la unidad educativa alrededor de los aprendizajes de los niños y jóvenes- la gestión escolar deberá tender a la creación de las condiciones necesarias para el desarrollo y formación de los alumnos centrado en la satisfacción de sus necesidades básicas de aprendizaje. Entre estas características vamos a destacar tres:

El clima escolar

Trabajar en un ambiente de respeto y confianza permite a los docentes generar espacios y oportunidades para la evaluación, monitoreo y compromiso con la práctica pedagógica. Una de las principales características de las escuelas exitosas, es que la cohesión de sus integrantes está afianzada por lazos de amistad, respeto, cariño o confianza y no por mandatos autoritarios de quienes dirigen las instituciones. En un buen clima de trabajo los ejercicios de evaluación y monitoreo cumplen su función, ya que no se ven como el señalamiento de errores, sino como el encuentro con oportunidades para el mejoramiento y crecimiento de los miembros de un equipo. Compartir la responsabilidad por los logros educativos de los alumnos, compromete a cada integrante de la comunidad educativa, desde el intendente hasta el director. Fijar metas y objetivos comunes, permite aprovechar las competencias individuales y fortalecer al equipo de trabajo.

El trabajo en equipo

La característica más ampliamente reconocida del trabajo en equipo es la ventaja que tiene sobre el trabajo individual y sobre los resultados obtenidos que pueden ser mejores y en menor tiempo. Pero esto no siempre sucede. Trabajar en equipo no es sinónimo de repartir el trabajo entre los integrantes de una institución. Se requiere que esa distribución de tareas cumpla ciertos requisitos.

En primer lugar, estar dispuesto a tomar acuerdos para establecer las metas y objetivos del equipo. Las tareas no pueden asignarse o imponerse, su distribución debe hacerse con base en las fortalezas de cada individuo y en el crecimiento global del equipo. El acuerdo es, en este caso, determinante para la fijación de metas y la distribución de las tareas.

En segundo lugar, estar concientes y tener la intención de colaborar para el equipo. Las tareas que se realizan con la convicción de que son importantes y necesarias para el logro de los objetivos del equipo, se convierten en fuerza y empuje para todos sus integrantes. Cuando alguien se siente obligado y no comprometido con las tareas del equipo, puede convertirse en un obstáculo para los demás integrantes y al mismo tiempo, representa un síntoma de que algo requiere de atención. El liderazgo, (Stephen J. Ball 1989), juega un rol determinante ya que puede hacer crecer o frenar la conformación del equipo.(Micro política)

En tercer lugar, ningún equipo se forma por decreto. El trabajo en equipo artificial, la balcanización o el trabajo en equipo fácil (Fullan, 2000), son ejemplos claros del reto que implica sentirse parte de un equipo y del valor que tiene para sus integrantes, nutrir con sus acciones diarias los lazos que los unen. Las prácticas simuladas por cumplir, por intereses personales o solo con buenas intenciones; distorsionan la esencia del trabajo en equipo.

En cuarto lugar, necesitamos formarnos en y para la colaboración. Una de las razones por las que nos cuesta trabajo fomentar el trabajo en quipo en nuestros alumnos es quizá, la falta de habilidades para hacerlo nosotros mismos. Por años, el Sistema Educativo nos ha formado en el individualismo y la competitividad, anulando las posibilidades de apoyo y ayuda mutua en nuestros años de estudio; ningún maestro, puede fomentar el trabajo en equipo con sus alumnos si no da muestra, con sus acciones, de que él o ella está haciendo equipo con sus colegas.

Por último, necesitamos aprender que el trabajo de equipo, requiere, que cada integrante, ponga a disposición de la organización sus habilidades individuales. En este proceso, la individualidad debe estar por encima del individualismo y cada integrante debe tener bien clara la idea de que en la escuela el objetivo de la institución es más poderoso que los objetivos individuales o la suma de éstos.

Alcanzar una cultura de la colaboración y del trabajo en equipo, se convierten de esta manera, en condiciones prioritarias para el establecimiento de la gestión escolar.

La atención en los objetivos de la escuela.

. Para muchos, el prestigio de una escuela radica en la apariencia física del inmueble, el cumplimiento en horario y disciplina de los alumnos o el acatamiento de órdenes de las autoridades. Es estos contextos, el aprendizaje y la enseñanza han pasado a segundo término. La muestra más clara es el tiempo efectivo que se dedica a ellos.

Una escuela de calidad es aquella que logra el acceso, permanencia y culminación exitosa de todos sus alumnos y no sólo la que obtiene los primeros lugares en los concursos y actividades.
La gestión escolar requiere por sobre todas las cosas, centrar la mirada en el aprendizaje de los alumnos, el trabajo en equipo y un clima de confianza son requisitos para abrir la puerta hacia la gestión pedagógica.

Pozner en uno de sus artículos afirma que: “la gestión escolar no es el gobierno de lo didáctico” (Pozner, 1997). En efecto, pensar que la escuela y la sala de clases son los únicos espacios para asegurar una educación de calidad sería erróneo, y en cierta medida, peligroso. Debemos pensar que, para que las escuelas y los maestros logren alcanzar los objetivos de la gestión escolar y pedagógica respectivamente, necesitamos con urgencia mejorar, pero en algunos casos cambiar, las prácticas de gestión educativa con las que se ofrece el servicio a la población.

1 comentario:

David Maturana Céspedes dijo...

LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN.
Sí comprendemos la calidad de la educación como el conjunto de experiencias que vive el discente y su familia en el establecimiento educacional, entonces la calidad se mide por el indicador matrícula.
Si un colegio en comparación uno a uno, les gana en matrícula por un amplio porcentaje bien se podría argumentar que es mejor
No obstante existen otras variables a considerar, pero estas dicen relación de un análisis de realidad que sólo puede ser comprendido según el conocimiento que poseamos, desde el mismo término y de su significado; el concepto de calidad es un significante y no un significado.
La calidad es un valor que se requiere definir en cada situación. Los significados dependerán de la perspectiva social desde la cual se hace, y de los sujetos que la mencionan (directivos de la educación, profesores, padres o apoderados, etc.)
El valor compromete un juicio, entonces, decir que una educación es de calidad supone a su vez que podría no ser, si se compara la realidad educativa observada con una idea deseable de calidad.
Se pueden dar muchas definiciones de calidad, todo depende de la perspectiva desde la que se analiza el concepto, pero siempre encontraremos un conjunto de factores que la caracterizan y que tenderemos a multiplicar de manera amplia.
En términos generales, la calidad de la educación dice relación con cumplir con los aprendizajes establecidos para cada nivel en forma progresiva, ya que establece pasos de dificultad creciente para el desarrollo de competencias y habilidades de lo os niños y jóvenes.
La calidad de Diseño: define las características deseadas para el servicio educacional y está dado por los objetivos de planes y programas donde se especifican requisitos y niveles de logro que se esperan, tanto como rendimiento del educando como del proceso educacional y de los recursos humanos y materiales (los planificadores que se preocupan de este tema).
INDICADORES DE CALIDAD DE LA EDUCACIÓN.
*.- Resultados. (Indicadores de resultados del aprendizaje)
*.- Calidad de los docentes. (Nivel de los docentes y su perfeccionamiento)
*.- Niveles de eficiencia internos. (Aprobados, repitentes, deserción)
*.- Porcentaje de alumnos que continúa estudios (colegios de continuidad).
*.- Éxito de los estudiantes en el primer año medio. (seguimiento a los egresados)
*.- Participación de los padres en la educación de sus hijos (as).
*.- Relación escuela y comunidad. (Actividades con la comunidad, capacitación, nivelación de estudios, prácticas profesionales, etc.)
*.- Recursos económicos y humanos. (Planta docente, planta asistentes de la educación, tecnología, infraestructura etc.)
*.- Indicadores de acceso a la educación, participación y promoción.
*.- Indicadores de contexto pedagógico y organización escolar. *.- Formación de equipos de trabajo: Éstos ayudan a impulsar y animar el proceso de calidad.
*.- Existencia de mecanismos de gestión participativa.
*.- Prácticas de atención: Escuchar al apoderado a fin de entregar un buen servicio educativo.
*.- El impacto que tiene el colegio en la sociedad y comunidad.
*.- Otro factor importante considerado como calidad de la educación, es la no existencia de cursos pilotos, entiéndase como curso piloto aquel que reune a los estudiantes con las mejores calificaciones y conductas.
La calidad de la educación cambio desde el ministerio a la privatización, este cambio se basan únicamente en el fortalecimiento de la economía libre de mercado y en donde grupos religiosos y económicos demandaban subsidio del Estado y en donde el Estado con el pretexto de el permanente déficit presupuestario encontró propicio desentenderse, aprovechando el momento institucional(Golpe de Estado) reconoció en la familia el derecho de elegir a donde enviar a sus hijos.
Blog: David Maturana Céspedes