viernes, 25 de octubre de 2013

Premisas que la evaluación ha de cumplir para transformarse en evaluación para el aprendizaje.




  • La evaluación para el aprendizaje debe ser parte de la planificación efectiva de la enseñanza y el aprendizaje.

La planificación de los maestros debe proveer oportunidades tanto para el alumno como para el docente para obtener y utilizar información en torno al progreso para alcanzar las metas del aprendizaje. También debe ser suficientemente flexible como para responder a ideas y habilidades iniciales y emergentes. La planificación debe incluir estrategias para que los alumnos comprendan las metas que están tratando de lograr y los criterios que se aplicarán al evaluar su trabajo. También se planificará de qué manera recibirán retroalimentación los alumnos, cómo participarán en la evaluación de su aprendizaje y cómo se les ayudará a lograr mayores progresos.


  • La evaluación  para el aprendizaje debe focalizarse en cómo aprenden los alumnos.
El proceso de aprendizaje debe estar en la mente tanto del alumno como del maestro al planificarse la evaluación e interpretarse la información. Los alumnos deben tener igual conciencia respecto de "cómo" aprenden como de "qué" aprenden.

  • La evaluación para el aprendizaje debe ser reconocida como central para la práctica en aula.
Mucho de lo que hacen los maestros y los alumnos en las aulas puede describirse como evaluación. Por ejemplo, las tareas asignadas y las interrogaciones impulsan a los alumnos a demostrar sus conocimientos, comprensión y habilidades. Lo que los alumnos dicen y hacen luego es observado e interpretado, y se forman juicios respecto a cómo puede mejorarse el aprendizaje. Estos procesos de evaluación constituyen una parte esencial de la práctica en aula cotidiana y conducen a los maestros y los alumnos a la reflexión, el diálogo y la toma de decisiones.

  • La evaluación para el aprendizaje debe ser considerada como una habilidad profesional clave en los maestros.
Los maestros necesitan contar con los conocimientos y habilidades necesarios para: planificar las evaluaciones; observar el aprendizaje; analizar e interpretar evidencia de aprendizaje; entregar retroalimentación a los alumnos y apoyarlos en su autoevaluación. Debe apoyarse el desarrollo de estas habilidades en los maestros a través del desarrollo profesional inicial

  • La evaluación para el aprendizaje debe ser sensible y constructiva, porque cualquier evaluación tiene un impacto emocional.
 Los maestros deben estar conscientes del impacto que sus comentarios, puntajes y calificaciones pueden tener sobre la confianza y el entusiasmo de los alumnos, y deben ser lo más constructivos posible en la retroalimentación que entregan. Los comentarios centrados en el trabajo en lugar de la persona son más constructivos, tanto para el aprendizaje como para la motivación.

  • La evaluación debe tomar en cuenta la importancia de la motivación en los alumnos.
La evaluación que alienta el aprendizaje promueve la motivación al colocar el énfasis en el progreso y los logros en lugar del fracaso. Las comparaciones con otros que han tenido mayor éxito tenderán a desmotivar a los alumnos. También puede llevarlos a retirarse del proceso de aprendizaje en áreas donde se les ha hecho sentir que 'no sirven'. La motivación puede preservarse y reforzarse a través de métodos de evaluación que protejan la autonomía del alumno, ofrezcan cierta elección y retroalimentación constructiva, y den lugar a oportunidades para la autodirección.

  • La evaluación para el aprendizaje debe promover el compromiso hacia las metas del aprendizaje y una comprensión compartida respecto de los criterios que se utilizarán para su evaluación.
 Para que ocurra un aprendizaje efectivo, los alumnos necesitan entender qué es lo que están tratando de lograr – y querer lograrlo. La comprensión y el compromiso se producen cuando los alumnos tienen alguna participación en la decisión respecto a las metas y la identificación de criterios para evaluar el progreso. La comunicación de los criterios de evaluación implica discutirlos con los alumnos utilizando términos que puedan entender, entregando ejemplos de cómo pueden cumplirse los criterios en la práctica y motivando a los alumnos a practicar la autoevaluación y la evaluación entre pares.

  • Los alumnos deben recibir orientación constructiva sobre cómo mejorar.
Los alumnos necesitan información y orientación para poder planificar los siguientes pasos en su aprendizaje. Los maestros deben identificar las fortalezas de los alumnos y aconsejarles sobre cómo desarrollarlas; ser claros y constructivos respecto a sus posibles defectos y cómo podrían tratar de resolverlos; proveer oportunidades para que los alumnos mejoren su desempeño.


  • La evaluación para el aprendizaje desarrolla la capacidad de autoevaluación en los alumnos, ayudándolos a llegar a ser reflexivos y autodirigidos.
Los alumnos independientes tienen la capacidad de buscar y lograr nuevas habilidades, nuevos conocimientos y nuevas formas de comprensión. Son capaces de reflexionar autónomamente y de identificar los siguientes pasos en su aprendizaje. Los maestros deben inculcar en los alumnos el deseo y la capacidad de hacerse cargo de su aprendizaje a través del desarrollo de las habilidades de autoevaluación.

  • La evaluación para el aprendizaje debe reconocer la gama completa de los logros de todos los alumnos.
 La evaluación para el aprendizaje debe utilizarse para reforzar las oportunidades de los alumnos para aprender en todas las áreas de la actividad educativa. Debe permitir a los alumnos lograr lo mejor de sí y el reconocimiento de sus esfuerzos.


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